21 Sep ¿Cuándo es el mejor momento para dejar una siesta y cuándo no hacerlo?
Como asesora del sueño infantil, una de las preguntas más comunes que los papis me hacéis es, cuándo es el momento adecuado para que los peques dejen de tomar alguna siesta. La transición de las siestas diurnas es una fase crucial en el desarrollo de un niño, y saber cuándo y cómo hacerlo puede tener un impacto significativo en su bienestar y rutina de sueño.
En este post, te cuento cuántas siestas deben hacer según su edad, cuál es el mejor momento para dejar una siesta y cuándo no hacerlo, especialmente en situaciones en las que hay cambios importantes que afectan la vida del niño, como el inicio de la escuela o alteraciones en los horarios.
Lo primero, ¿cuántas siestas tiene que hacer mi bebé según su edad? En este supercuadro veras, de manera orientativa, número de horas que debe dormir, número de siestas y ventanas de sueño. Teniendo esto más o menos claro, vamos a ver cómo hacer esas transiciones de siestas que a veces nos cuesta un poco de trabajo.
Cuándo es el mejor momento: Señales de preparación.
La transición de las siestas diurnas es un proceso gradual que varía de un niño a otro. Sin embargo, hay señales que pueden indicar que tu hijo está listo para dejar de tomar siestas.
- Edad: Por lo general, los niños comienzan a dejar las siestas totalmente entre los 3 y 4 años.
– Entre los 6-8 meses podrás pasar de 3 siestas a 2.
– Entre los 15-18 meses de 2 a 1 siesta.
– De 3 a 4 añitos de 1 siesta a ninguna.
Esto puede variar según el niño, pero es un punto de referencia.
- Duración de la siesta: Si tu hijo ha estado haciendo siestas más cortas o se despierta fácilmente de ella, podría ser un buen momento para reducir la duración de la siesta o eliminarla por completo.
- Cambio en el comportamiento: Si notas que tu hijo muestra menos interés en tomar la siesta o le cuesta conciliar el sueño por la noche, podría ser un indicio de que está listo para dejarla.
Mucho cuidado aquí con las huelgas de siestas y las regresiones, que pueden ser “falsas señales”.
Consejos útiles para llevar la transición lo mejor posible:
- 𝗢𝗯𝘀𝗲𝗿𝘃𝗮 las señales: Si muestra interés en las camas de los adultos, trepa a la cuna o parece demasiado grande para él/ella, podría ser un indicio de que está listo para el cambio.
- Prepara el 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲: Asegúrate de que la habitación esté segura y acogedora. Coloca una barandilla para evitar caer y retirar cualquier objeto peligroso. Además, puedes involucrar a tu pequeño en la elección de las sábanas y el edredón para crear un espacio cómodo y atractivo.
- Establece una 𝗿𝘂𝘁𝗶𝗻𝗮: Antes de hacer la transición, introduce una rutina consistente de ir a dormir. Esto ayudará a tu hijo a asociar la hora de acostarse con la cama nueva. Crea un ambiente tranquilo, apaga las luces brillantes y establece momentos de relajación como leer un cuento juntos.
- Sé 𝗽𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲: Es normal que tu hijo se sienta un poco inseguro al principio. Recuerda que cada niño es único y puede necesitar tiempo para adaptarse. Sé paciente y brinda seguridad durante este proceso.
Cuándo no dejar la siesta: Transiciones y Cambios Importantes
Aunque es importante estar atentos a las señales de preparación para dejar una siesta, también debemos considerar los momentos en los que no es aconsejable eliminarlas de inmediato.
- Inicio de la escuela: Cuando los niños empiezan la escuela, sus horarios y demandas pueden cambiar drásticamente. En este caso, es fundamental mantener las siestas si el niño las necesita para estar descansado y concentrado durante el día.
- Cambios en la rutina: Cualquier cambio importante en la vida de un niño, como mudanzas, la llegada de un nuevo hermano o cambios en el cuidado diario, puede ser estresante. En estos casos, las siestas pueden servir como un refugio de relajación necesario para el niño.
- Señales de cansancio: Si tu hijo muestra signos de cansancio, como irritabilidad, somnolencia excesiva durante el día o dificultad para concentrarse, no debes eliminar las siestas de inmediato. En su lugar, ajusta la duración y el horario de las siestas para satisfacer sus necesidades.
Otro punto importante es saber en qué orden quitar las siestas, porque siempre es de la misma manera. Te lo explico en este post
Este post se relaciona directamente con el anterior, sobre regresiones y señales de cansancio. Identificar cuándo es el momento adecuado para dejar una siesta es esencial para asegurarse de que el niño esté descansado y saludable.
Si aún no has leído nuestra publicación anterior, te animo a hacerlo para obtener más información sobre cómo reconocer las señales de cansancio en tu hijo y abordar las ventanas de sueño de manera efectiva.
Si te encuentras en medio de la transición de las siestas de tu hijo o estás lidiando con cambios importantes en su vida, no dudes en buscar asesoramiento personalizado. Estoy aquí para ayudarte a crear una rutina de sueño saludable y adaptada a las necesidades únicas de tu hijo.
Recuerda que cada niño es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La paciencia y la observación son clave para tomar decisiones informadas sobre las siestas de tu hijo.
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