A finales de este mes se vuelve a cambiar la hora para adaptarnos al horario de verano. La madrugada del 27 de marzo, a las 2 serán las 3. Eso significa una hora menos de sueño para todos. Si los adultos ya notamos esa hora de menos, el cambio de hora en bebés todavía tiene efectos más intensos y puede trastocar sus hábitos de sueño. ¿Quieres saber cómo actuar ante esta situación? Sigue leyendo.
¿Realmente mi bebé nota tanto el cambio de hora?
Los niños y las personas mayores son los colectivos que más notan el desfase horario. Están muy acostumbrados a sus rutinas y cualquier variación les trastoca. Es normal que durante los primeros días del cambio de hora, tu pequeño esté más irritable o con mayor cansancio físico. Pero esta situación se acostumbra a solucionar en pocos días.
Las alteraciones se deben a que todas las personas nos movemos a partir de nuestros ritmos circadianos. Se trata de una especie de reloj biológico que nos marca nuestro estado físico y mental a lo largo del día y que está muy influenciado por la intensidad de la luz en cada momento. Con el cambio de hora en bebés y adultos, también se alteran nuestros niveles de serotonina y melatonina, hormonas que regulan el sueño. Puedes leer más sobre este tema en este post que hice hace unos meses.
Por tanto, con el cambio de horario de verano, tendremos más horas de luz y eso nos predispone a estar más despiertos y cuesta más conciliar el sueño, sobre todo en el caso de los bebés. Esa hora menos también implica que al día siguiente se adelanten las comidas y la hora de irse a dormir. Y todo este proceso requiere una adaptación gradual.
Trucos para gestionar mejor el cambio de hora en bebés
Cambia su horario gradualmente desde una semana antes. Retrasa unos 15 minutos el horario de todas sus rutinas, como comer, dormir o levantarse. Cualquier cambio si se realiza de forma gradual, se lleva mucho mejor.
Intenta que toda la familia le acompañe en esta nueva rutina. Se sentirá más acompañado y entenderá mejor que ese cambio de hábitos es para todos por igual.
Mantén su habitación a oscuras. Baja persianas y pon tu casa “modo noche”. El pequeño no entenderá que tenga que irse a dormir si todavía es de día, y de esta manera le ayudaremos a conciliar mejor el sueño.
Si ya tiene cierta edad, también es buena idea que realice alguna actividad física para favorecer un mejor descanso.
Y tienes también la opción de no hacer nada. Los niñ@s, al igual que los adultos, tendrán que seguir con sus rutinas y se irán adaptando poco a poco al nuevo horario, sin mayor problema. Tú decides.
Si sigues estos consejos y con un poco de paciencia, verás que el cambio de hora en tu bebé será más llevadero.
De todas maneras, si quieres más consejos o necesitas ayuda con el sueño de tu peque, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te puedo ayudar a crear hábitos de sueño saludables para mejorar el descanso de toda la familia.
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