Muy sencillo. Hablamos de sueño autónomo cuando nuestro peque es capaz de conciliar el sueño por sí mismo. ¡Ojo!, esto no significa dejarlo solo o no prestarle atención. La idea es otra: ayudarle a descubrir su forma natural de relajarse, a conciliar el sueño y reducir los despertares.
Los peques se despiertan por la noche, y no lo podemos evitar. Como os contamos en este post, al principio, sus patrones de sueño suelen ser bastante erráticos. Pero, poco a poco, comenzarán a seguir patrones de sueño más predecibles. A partir de los 4 meses y medio podemos comenzar a enseñarle a cómo conciliar el sueño de forma autónoma, de manera flexible. Desde los 6 meses, de una forma más seria y metódica.
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