02 May Colecho: ¿sí o no? La verdad detrás de esta práctica polémica
Como asesora del sueño infantil, una de las preguntas que más me hacéis es sobre el colecho. Esta práctica que consiste en compartir la cama con el bebé, ha generado mucha controversia en los últimos años. Para algunos es una forma de fortalecer el vínculo con tu peque, mientras que otros, lo consideran peligroso y poco recomendable.
En este post te cuento todo lo que necesitas saber sobre el colecho para que puedas tomar la decisión que prefieras.
Primero, es importante entender que el colecho no es lo mismo que compartir la habitación con el bebé. Las asociaciones de pediatría recomiendan que los bebés duerman en la misma habitación que los padres, al menos, los primeros 6 meses de vida, pero en una cuna o moisés.
La decisión de practicar o no el colecho, es personal y depende de las circunstancias de cada familia.
Ventajas del colecho
- Vínculo afectivo: os permite estar cerca del bebé toda la noche, dándole mucho cariño.
- Lactancia: si estás amamantando a tu bebé, el colecho puede facilitar la lactancia nocturna y ayudar a que ambos durmáis mejor.
- Menos interrupciones: si tu bebé se despierta durante la noche, puede ser más fácil consolarlo.
Los motivos que más se repiten entre las familias que no practican colecho se encuentran:
- La intimidad de la pareja.
- Favorecer el descanso: todos duermen mejor cuando están en su cama.
- “Miedo” a que no quieran dormir nunca en su cama.
Eso si, para esta práctica sea segura, se deben tomar ciertas precauciones:
- No compartir la cama si los papás han consumido drogas o alcohol.
- Asegúrate de que el bebé no puede quedar atrapado entre la cama y la pared o la cabecera.
- Que no haya almohadas ni mantas en medio.
- Coloca al bebé boca arriba, con la cabeza libre de obstrucciones.
- No permitas que otros niños o mascotas compartan la cama con el bebé.
- Nunca lo dejes solito en la cama.
¿A qué edad deberíamos dejar de hacer colecho?
Esto varía de una familia a otra, hay familias que solo hacen colecho mientras la mamá amamanta y otras que son felices durmiendo todos juntos hasta que los niños deciden irse a su cama.
Lo más importante es que te sientas cómod@ haciéndolo, que la práctica no interfiera con la calidad del sueño de ninguno de los miembros de la familia y que si es así, sepas que hay opciones para cambiar la situación.
¿Por qué insisto tanto en las rutinas de sueño? Porque mantienes los hábitos, pautas básicas y un horario regular, ya tienes más del recorrido hecho para conseguir un descanso óptimo, incluso haciendo colecho.
- Crea un clima de tranquilidad, que no note tu estrés.
- El momento del baño (o lavado), debe ser el más divertido y a su vez relajante. Ponle su pijamita y sabrá qué le toca después…
- Alimenta a tu peque de forma habitual, es importante que no lo hagas en la habitación, podría asociar que alimentación y sueño son lo mismo, y pasaría a ser un apoyo del sueño.
- ¡Hora del cuento! Vigila que la luz no sea muy intensa.
- ¡Besos, mimitos y a dormir!
Sé muy muy paciente y mantén la rutina, ¡verás los resultados!
Los papis también debéis estar atentos a las señales de cansancio del bebé y tratar de acostarlo antes de que se vuelva demasiado somnoliento, esto dificultará el descanso.
En conclusión, el colecho puede ser una buena opción para algunas familias, pero sin duda, para otras no. Si decides practicarlo, ten en cuenta todos los riesgos y medidas, si no, ¡no te preocupes!, hay muchas otras formas de mantener una conexión con tu bebé mientras duerme. Y si ha llegado momento de dejar de hacer colecho ten claro que podemos ayudarte en el proceso.
¿Tienes dudas? Aquí me tienes, estaré encantada de ayudarte. Porque desde que somos papás, lo más importante es tener una buena calidad de sueño, tanto para tu bebé, como para ti.
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